200 mil activistas protestaron contra semillas transgénicas de monsanto

Servindi, 27 de mayo, 2013.- Con los consignas “¡No más mentiras!; ¡No más codicia!; ¡No queremos la semilla tóxica!” alrededor de doscientas mil personas protestaron el 25 de mayo de 2013 en diversas partes del mundo contra de los excesos de la compañía Monsanto, criticada por producir semillas transgénicas, tóxicas para la salud y el ambiente.

Los impulsores de la jornada señalan que las protestas masivas abarcaron cuarenta países en los cinco continentes y, al menos, 48 estados de los Estados Unidos. (1)

El portal Rusia Today (RT) reportó que las ciudades más grandes del Reino Unido como Londres, Bristol, Glasgow, Manchester, Douglas, Torquay y Nottingham también se unieron a la iniciativa.

El mundo alzó su voz para recordar el efecto perjudicial que tienen los productos transgénicos u organismos genéticamente modificados (OGM) y que ampliamente son producidos por los gigantes biotecnológicos sin impedimento alguno.

Una de las organizadoras del evento en Brisbane, Sarah Saunders, dijo a Telesur que está liderando la marcha para “ayudar a proteger la salud de mis hijos. Los efectos en la salud de los OGM a largo plazo son un tema de debate y no quiero que mis hijos se conviertan en conejillos de indias”, enfatizó.

Otra de las grandes razones que impulsaron las manifestaciones fue la aprobación en EE.UU de la llamada Ley de Protección de Monsanto, avalada en marzo por los legisladores y el presidente Obama.

La norma aprueba una cláusula que impide a los tribunales federales suspender o prohibir la siembra y venta de cultivos transgénicos, incluso si son reconocidos como dañinos para la salud humana o para el ambiente.

Etiquetado de transgénicos

Numerosos estudios han demostrado que los productos transgénicos u OGM son altamente dañinos para la salud y pueden causar cáncer, infertilidad e incluso malformaciones en los fetos.

El hecho de que la ley no obligue siquiera a etiquetar los productos transgénicos indigna a la sociedad.

Otro factor que provoca la ira popular es el hecho de que el monopolio Monsanto asfixie la agricultura. Nick Bernabe, activista del movimiento contra Monsanto, dijo -citado por RT- que las políticas de Monsanto, entre otros problemas, causan “una epidemia de suicidios entre los agricultores” en diferentes partes del mundo, por ejemplo en la India.

“Monsanto les vendió una especie de semilla que les prometía obtener buena cosecha, pero al final resultó que esas semillas no llenaron la esperanza. Esto llevó a muchos agricultores de la India a la pobreza absoluta, lo que provocó los suicidios en masa”, comentó (2)

De otro lado, en los años 60 la transnacional Monsanto fue uno de los principales productores del Agente Naranja utilizado como defoliante por el ejército estadounidense en la Guerra de Vietnam.

Según algunas estimaciones, las víctimas de esta sustancia ascienden a casi 5 millones de personas y la población todavía sufre las consecuencias. (3)

Los días contados

Gustavo Duch, editor de la revista Soberanía Alimentaria, está convencido de que Monsanto y otras empresas como ésta ya tienen sus días contados.“Hoy en día las grandes multinacionales agrícolas, como en cualquier otro sector, están controladas por muy pocas manos”, denuncia el experto.

Recuerda que estas empresas, “en algunos casos super empresas familiares” -aclara- son en gran medida “instrumentos al servicio de los grandes capitales financieros que hambreando el plantea ingieren grandes sumas de dinero para engordar sus cuentas corrientes”. (4)

“La crisis capitalista está colapsando el sistema y en este colapso empresas como Monsanto y otras perecerán literalmente”, comenta el editor.

“Los Gobiernos actuales, títeres de estas grandes corporaciones van a hacer todos los esfuerzos y van a intentar proteger estas empresas. Hay datos objetivos de que el supuesto progreso capitalista nos lleva al colapso y, por lo tanto, es indudable que estas grandes empresas también llegarán a su fin”, dijo.